2 cosas buenas (y 1 mala) sobre el Mercado de Pilas de Combustible

El pasado 2 de octubre Kerry-Ann Adamson, CEO de “4th Energy Wave” empresa que elabora un informe anual sobre pilas de combustible e hidrógeno, publicó en su twitter personal el siguiente tweet:

En dicho tweet puede verse un gráfico en el que se muestra el equivalente en megavatios de los sistemas de pilas de combustible fabricados cada año por regiones. Lo primero que llama la atención en este gráfico es, efectivamente, que no hay unidades en el eje de ordenadas, mal empezamos. Aun así, atendiendo al título del gráfico parece que su orden de magnitud pueden ser los megavatios.

Dejando un poco de lado estos detalles “sin importancia”, el primer buen indicativo que se aprecia en el mercado de pilas de combustible es que cada año se aumenta la potencia fabricada de este tipo de sistemas. Sin duda este hecho es beneficioso para los intereses del sector, siendo un buen indicativo del despunte de esta nueva tecnología. En América del Norte, teniendo en cuenta los datos de 2017 (que supongo que tiene en cuenta los contratos que se van a servir a lo largo de este año) la tendencia es exponencial, habiéndose producido en este año un enorme incremento de la potencia total de los sistemas de pila de combustible fabricados. En Asia la tendencia de producción anual de potencia de este tipo de sistemas ha sido algo más progresivo. Si bien Asia sigue siendo líder en cuanto a potencia producida, la increíble subida de América del Norte en 2017 ha hecho que las diferencias entre ambos continentes se reduzcan notablemente.

El segundo buen indicativo viene al tener en cuenta la producción total en todas las regiones. Y es que si se suman las producciones anuales en todas las regiones se observa que no solo es que crezca la potencia fabricada de los sistemas de pilas de combustible, sino que lo hace de forma exponencial. Que la potencia producida crezca muestra una tendencia, que lo haga de forma exponencial puede ser indicativo de un despegue del sector, lo que podría ser mucho más interesante.

Sin embargo, como ya apuntaba Kerry-Ann Adamson en su tweet, Europa se está quedando atrás en la fabricación de sistemas de pila de combustible, muy atrás. Ello unido a que el informe “Global Automotive Executive Survey 2017” de KPMG indicaba que la producción de automóviles, uno de los principales sectores de aplicación de las pilas de combustible, en Europa Occidental en 2030 será inferior al 5% del total, deja en muy mala posición a Europa. El informe de marras se elabora mediante encuestas a personal del sector de la automoción, y un 65% de ellos estaban de acuerdo en que en 2030 la producción de automóviles en Europa Occidental va a ser meramente testimonial. En un posible futuro en el que la automoción este propulsada fundamentalmente mediante pilas de combustible, Europa se quedaría sin fábricas de coches y tal y como muestra la tendencia tampoco tendría capacidad de fabricar las pilas de combustible.

Pero no todo está perdido para Europa. El gráfico del tweet de Kerry-Ann Adamson sólo tiene en cuenta la información comercial, no incluye los proyectos de demostración financiados por el gobierno ni tampoco tiene en cuenta toda la investigación que se está realizando en Europa en el campo de las pilas de combustible. Los pronósticos de las encuestas de KPMG tampoco tienen porque ser fiables al 100%. Sin embargo, viendo los indicios Europa debería plantearse ciertas preguntas como por ejemplo: ¿es eficiente el transvase de conocimiento de las Universidades y Centros de Investigación a las Empresas? ¿Surgen empresas a partir de los avances técnicos? ¿Se está incentivando adecuadamente la innovación y el uso de nuevas tecnologías en las empresas?

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