Existe un campo en el que la implantación de las pilas de combustible está creciendo muy rápidamente gracias a las grandes ventajas que proporcionan su uso. Este sector es el de la movilidad industrial y más concretamente el de las carretillas elevadoras. ¡Correcto! Hoy vamos a hablar de carretillas elevadoras que emplean pilas de combustible, concretamente de hidrógeno, para propulsarse. Veremos sus ventajas frente a las carretillas elevadoras tradicionales que son las causas de su gran crecimiento. ¡Al lío!
Las carretillas elevadoras basadas en pilas de combustible de hidrógeno presentan la ventaja frente a las que emplean combustibles convencionales de no producir emisiones locales dentro de las naves y los almacenes. De hecho, las emisiones de sustancias contaminantes y perjudiciales para la salud es la causa por la que muchas veces las carretillas que emplean combustibles convencionales no son utilizadas en lugares cerrados donde hay trabajadores. Por ello, típicamente el método de propulsión de las carretillas eléctricas es mediante baterías. Sin embargo, eso puede estar cambiando ya que en este caso concreto las pilas de combustible presentan ciertas ventajas competitivas frente a las baterías. Esto hace que las primeras sean más atractivas de cara a su uso en almacenes, fábricas, etc., a pesar de que las baterías actualmente aún presentan una mayor eficiencia.
¿Cuáles son esas ventajas?
- La primera es que presentan una mayor densidad energética, luego con el mismo peso son capaces de trabajar durante más tiempo sin requerir recarga. Esta es una ventaja muy grande pues hace que estos vehículos presenten una mayor autonomía y requieran un menor número de recargas a lo largo de por ejemplo una semana.
- Y hablando de recargas, aquí viene la segunda ventaja. Como ocurre en los coches de hidrógeno, las carretillas elevadoras que emplean pilas de combustible tan solo necesitan entre 3 y 5 min para su completa recarga. Por contra las carretillas que emplean baterías necesitan al menos media hora para lograr una carga razonable y bastante más si se quieren recargar por completo las baterías.
- Además, las baterías de las carretillas deben ser sustituidas cada 2-3 años con el consiguiente coste que ello genera. Las pilas de combustible por su parte continuarán funcionando teóricamente mientras se les suministre los reactantes que requieren, hidrógeno y oxígeno. Si bien es cierto que al final las pilas de combustible también tienen que ser sustituidas pues los catalizadores que emplean poco a poco se van degradando pero en periodos de tiempo mayores.
Una opción en el caso de emplear baterías es que en lugar de recargarlas cuando se agotan y tener parada la carretilla, lo que se puede hacer es sustituirla por otra ya cargada, lo cual implica tener baterías de sobra con el coste que ello supone, y el espacio. Todo por aumentar el tiempo de trabajo de la carretilla. Evidentemente, las carretillas elevadoras que emplean pilas de combustible tienen un pequeño problema y es que ¿de dónde sacamos el hidrógeno para suministrárselo? Existen tres posibilidades, o bien se transporta hasta el almacén en camiones y se almacena allí en un depósito a alta presión, lo cual es un engorro, sobre todo si el almacén o la fábrica son grandes. Otra opción es transportarlo por gaseoductos pero dado el estado actual de desarrollo de la infraestructura del hidrógeno esta posibilidad se antoja bastante compleja. La tercera opción es la más factible, sobre todo para grandes centros y consiste en disponer ellos mismos de un electrolizador que permita generar hidrógeno a partir de placas solares por ejemplo. De esta forma, ellos mismos podrían administrar el hidrógeno y además dispondrían de la energía eléctrica que les proporciona las placas solares cuando no fuese necesario generar hidrógeno, con el plus de ser renovable.
La ventaja más notable es la del tiempo de recarga pues en el ámbito industrial el tiempo es un factor crítico, y tener parada una flota de carretillas mientras se cargan es muy muy crítico sobre todo si en dicho almacén se trabajan las 24 horas del día. Así pues, la posibilidad de operar durante más tiempo confiere a las pilas de combustible ventaja frente a las baterías. Este campo es quizás uno de los de más clara aplicación de las pilas de combustible a corto plazo. Y como muestra un botón pues la multinacional Walmart invirtió hace un año y medio 50 millones de dólares en la compra de 1.738 carretillas elevadoras propulsadas por hidrógeno GenDrive de Plug Power.