Parece que la cosa últimamente va de superdeportivos/coches de carreras. Si la semana pasada traía por estos lares el H2 Speed de Pininfarina y Green GT, hoy traigo el Forze VII. El proyecto Forze es muy interesante, no solo por el vehículo y los objetivos que se están marcando, que también, sino porque detrás de él se encuentran únicamente unos 70 estudiantes de la universidad holandesa de TU Delft. Evidentemente cuentan con numerosos sponsors logrados a través de los años así como con la ayuda de la universidad, pero el núcleo duro son los estudiantes, no una gran marca. Y eso es impresionante en muchos sentidos.
Un proyecto de este calibre en un ámbito universitario permite la difusión de esta nueva tecnología a los estudiantes de forma mucho más concreta de lo que podrían lograr las grandes marcas dando tan solo una serie de conferencias o presentando sus automóviles. Además, la divulgación de la tecnología de pila de combustible no solo abarca a los estudiantes involucrados en el proyecto sino a todos los estudiantes e incluso al entorno local de la universidad en cuestión, en este caso la Universidad de Delft. Ello se debe a que por un lado la tecnología es palpable a diario, los prototipos están ahí, se hacen carreras, etc. Por otro, es un proyecto muy interesante que cuenta ya con un amplio recorrido y pretende unos objetivos bastante altos, como veremos. Así, la tecnología de pilas de combustible no se muestra tan solo a los alumnos de la propia universidad ya sea mediante clases, conferencias o prácticas, sino que trasciende sus fronteras, ayudada por los propios alumnos en esta ocasión, haciendo que la gente se familiarice con las pila de combustible. También hay que valorar el hecho de que unos estudiantes decidiesen diseñar y construir un coche de carreras sostenible en base a pilas de combustible de hidrógeno y que lo hayan conseguido perpetuar en el tiempo, planteándose objetivos cada vez mayores. Eso es muy complicado, sobre todo cuando se emplea una tecnología en ciernes que aún no se encuentra madura. La intención de Forze es promover la movilidad sostenible y sin duda este proyecto de coche de carreras es un gran medio para ello, pues permite una gran visibilización. Otros proyectos similares como el desarrollar un vehículo de calle, o una carretilla elevadora hubiesen tenido posiblemente un menor impacto y sus posibles objetivos habrían sido más complicados de alcanzar. Sin embargo, un coche de competición, aunque sea para competiciones estudiantiles es algo bastante espectacular.
Pero bueno, vamos con el proyecto en sí. La idea de un vehículo de carreras propulsado por pila de hidrógeno se le ocurrió en 2007 a Edgar van Os quien inspirado en la Formula Zero Championship reunió a 40 estudiantes y se propusieron fabricar un prototipo en un año y medio. Así surgió el Forze I en 2008 (Figura 1). Este primer coche presentaba una estructura a modo de kart, una velocidad máxima de 90 km/h, pesaba 266 kg y contaba con una pila de combustible de 8 kW.
Tras este llegó el Forze II (Figura 2), cuyo chasis seguía siendo estilo kart, pero el cual estaba desarrollado con materiales sostenibles. Dicha carrocería está hecha de una combinación de fibras de lino y bio-resina especialmente desarrollado por DSM y era un 70% biodegradable. El Forze II fue pensado para correr el Campeonato Formula Zero, pero a pesar de contar con notables mejoras respecto a su predecesor no fue lo suficientemente fiable. Un claro indicativo de las mejoras fue el aumento de la velocidad punta hasta los 120 km/h, a la par que redujeron el peso a 250 kg y aumentaron ligeramente la potencia de la pila a 8.2 kW.
Así pues para el Campeonato de Formula Zero 2010/11 el equipo decidió construir un nuevo coche, el Forze III (Figura 3), cuyas mejoras iban sobre todo orientadas a la fiabilidad así como al aumento de potencia y control y la reducción de peso. El vehículo que mantenía la forma de kart fue presentado en verano de 2010 y atrajo una notable atención por parte de la prensa. El tope de velocidad se mantuvo en 120 km/h, pero montaron una pila de combustible de 8.8 kW del fabricante canadiense Hydrogenics en lugar de utilizar sus propios diseños, además el peso se redujo a los 230 kg.
El equipo decidió afrontar nuevos retos más allá del Campeonato de Formula Zero, y así llegó el Forze IV (Figura 4) para la Formula Student, primer coche de carreras no-kart del proyecto que fue presentado en verano de 2011. El Forze IV contaba con un depósito de hidrógeno de 28 L a 350 bares, el estándar actual es 700 bares, así como con una pila de combustible de 13,2 kW de Ballard pero con un controlador de balance de planta construido por ellos mismos. Sin embargo, debido a una serie de problemas electrónicos el equipo no pudo participar finalmente en la competición para la que había sido diseñada. Aun así, el comité de la competición quedó impresionado con la propuesta realizada por Forze. Para desquitarse de este revés, el equipo organizo un gran evento en la ciudad de La Haya para tratar de batir el record de 1/8 de milla por parte de un vehículo de hidrógeno. Tras las pruebas, a las cuales hubo una gran asistencia de público, el mejor tiempo fue de 10.456 s lo que les permitió batir el record rebajandolo en más de 1 s.
Con estas el equipo se propuso volver a competir otra vez en la Formula Student, en esta ocasión en el evento en Silverstone, para lo cual construyeron el Forze V (Figura 5), muy similar a su predecesor pero con los sistemas más optimizados. La velocidad máxima volvió a alcanzar los 120 km/h (el Forze IV tenía un tope de 100 km/h) y aumentó la potencia de su pila de combustible a 16 kW volviendo a ser Ballard el fabricante. Durante la presentación del vehículo en La Haya se llevó acabo una exhibición así como una presentación técnica en la cual se extrajo la pila del vehículo para poder enseñar de forma más sencilla su funcionamiento al público. Y el equipo se fue a Silverstone a ver si en esta ocasión había más suerte. Y por fin lograron uno de sus sueños, competir contra nada menos que 100 vehículos tanto de combustión interna como eléctricos. Eso sí, el Forze V fue el único coche de hidrógeno de toda la prueba. En el primer día de competición logro el 35º mejor tiempo por vuelta, y acabó la competición en el puesto 56 debido a una serie de problemas técnicos.
Pero Forze no se conformó, y volvió a buscar nuevos objetivos en 2013 con un vehículo con un carácter más deportivo y basado en un bastidor Lotus 7, el Forze VI (Figura 6). El salto de calidad frente a su predecesor es espectacular. El Forze VI presenta una velocidad punta de 210 km/h, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4 s y monta una pila de combustible construida por Ballard de 100 kW. Estos datos lo convierten sobre el papel en el coche más rápido propulsado por hidrógeno jamás construido. Pero eso hay que demostrarlo, así es que tras dos años de trabajo, en mayo de 2015, se fueron al circuito de Nürburgring Nordschleife a dar fe de ello. Y así fue al conseguir un mejor tiempo de 10:43:56 minutos, auque lejos de los mejores registros del circuito para coches de serie, 6:48 minutos logrados por un Radical SR8 LM.
Además de los acontecimientos descritos, el equipo de la universidad holandesa de TU Delft ha llevado a cabo muchas más presentaciones y eventos en los que han dado a conocer la tecnología de las pilas de combustible y su aplicación a la automoción. Actualmente, siguiendo su filosofía de imponerse cada vez objetivos más altos, tienen la intención de competir, y ganar, en la división deportiva de la Supercar Challenge holandesa durante el evento del Día Gamma Racing en el Circuito de Assen en agosto de este año. Su intención con ello es competir frente a vehículos que emplean gasolina y demostrar que el hidrógeno y las pilas de combustible pueden ofrecer las mismas prestaciones o incluso mejores que estos. Para ello, están desarrollando el Forze VII (Figura 7) basado en un chasis ADESS-03 LMP3, de hecho ya han hecho pública la presentación del diseño y llevarán a cabo los primeros tests el 1 de abril. El nuevo coche contará con una pila de combustible de 100 kW, los motores eléctricos podrán generar una potencia máxima de 200 kW y tendrá una velocidad máxima de unos 210 km/h.
En sus ocho años de vida el equipo de coches propulsados por hidrógeno Forze Racing ha logrado notables avances. Han fabricado cuatro tipos de chasis diferentes, empezando en karting y acabando con un chasis ADESS-03 LMP3, han pasado de emplear pilas de combustible de 8 kW a utilizarlas de 100 kW o por ejemplo han pasado de una velocidad punta de 90 km/h a una de 210 km/h que es más del triple. Sin duda han conseguido evolucionar los vehículos e ir alcanzando objetivos, a pesar de los inconvenientes que se han ido encontrando. El carácter innovador de este proyecto así como su potencial para difundir esta nueva tecnología y sus posibles aplicaciones son increíbles. Además, dadas las exigencias a las que se someten los vehículos diseñados por este equipo es muy posible que estén adquiriendo un gran conocimiento acerca del funcionamiento de estas plantas propulsoras y su interacción con otros elementos. Esto en un futuro podrá redundar en un mejor diseño y fabricación de vehículos utilitarios propulsados por hidrógeno. Su propósito de promover la movilidad sostenible al menos en su ámbito local creo que está más que conseguido, pero aún queda mucho camino por recorrer. Por mi parte, estaré atento al futuro de este proyecto.
Proyecto interesante y una gran apuesta de la Universidad holandesa. Bravo por estos 70 estudiantes!!!!!