Marco de acción nacional ¿Un plan para la construcción de hidrogeneras en España?

La Directiva 2014/94/UE del Parlamento Europeo del 22 de octubre de 2014 estableció la necesidad de reducir la dependencia del transporte respecto del petróleo. En el caso de los países de la Unión Europea el petróleo suele ser un bien importado, producido en la mayoría de los casos en países con grandes fluctuaciones políticas que suelen traducirse en fluctuaciones económicas y de los precios. Además, gran parte del petróleo importado es consumido en el sector transporte. De ahí que en la búsqueda de la independencia energética respecto de terceros países se esté tratando de reducir el consumo de productos derivados del petróleo en el mismo. Así surge con fuerza la figura de los combustibles alternativos que habitualmente llevan asociada una menor huella medioambiental y por tanto una reducción de los gases de efecto invernadero.

La Directiva 2014/94/UE contempla como fuentes de energía alternativas para el transporte a la electricidad, los biocarburantes, el gas natural, el gas licuado del petróleo (GLP) y el hidrógeno.

Sin embargo, un informe de 2012 realizado por un Grupo de Expertos destaca que “la ausencia de una infraestructura armonizada a escala de la Unión para los combustibles alternativos obstaculiza la comercialización de vehículos que utilicen tales combustibles y retrasa la consecución de sus beneficios medioambientales”. Por ello, se ha obligado a los Estados Miembro a transponer la Directiva 2014/94/UE relativa a la implantación de una infraestructura de energías alternativas. Además, los Estados tenían que presentar como muy tarde el pasado 18 de noviembre de 2016 un Marco de Acción Nacional para el Despliegue de Infraestructura de Energías Alternativas. El objetivo de dicho Marco de Acción Nacional es incentivar la oferta y la demanda hasta conseguir un mercado suficiente que impulse las economías de escala, favorecer la implantación de una infraestructura de recarga mínima de los diferentes combustibles alternativos así como impulsar la industrialización entorno a estos nuevos vehículos.

El gran problema con respecto al hidrógeno de la Directiva Europea 2014/94/UE sobre combustibles alternativos es que no presenta obligatoriedad sobre la implantación de este tipo de combustible y los vehículos de pila de combustible. Únicamente se aconseja su implantación y se deja como opcional a juicio de cada país. La cuestión es que parece que si no nos obligan, no se hacen las cosas.

Aún así, en el nuevo Marco de Acción Nacional de Energías Alternativas en el Transporte sí se fijan una serie de objetivos para el desarrollo de la infraestructura de distribución de hidrógeno y la implantación de los vehículos de pila de combustible de cara a 2020. Por primera vez se contempla de forma oficial al hidrógeno como una alternativa en el transporte, lo cual desde aquí aplaudo.

Las metas a cumplir fueron presentadas por Alejandro Cros (Subdirector General de Políticas Sectoriales Industriales. DG Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa. Ministerio de Economía, Industria y Competitividad) en la Jornada “Aplicaciones y uso de tecnologías del hidrógeno en el transporte” desarrollada el pasado 10 de noviembre en el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.  Los objetivos no son excesivamente ambiciosos para el gran potencial de producción de hidrógeno mediante electrolisis a partir de renovables que tiene España, como bien reconoce el propio Cros. Pero aún así, es un objetivo. Hemos pasado de la nada a algo.

La idea es pasar de los proyectos de demostración de vehículos de hidrógeno que hemos tenido en España hasta ahora, a un parque fijo de unos 2800 vehículos propulsados por pilas de combustible de hidrógeno en 2020. Por otra parte, se pretende contar con unas 20-21 hidrogeneras en 2020 partiendo de las 4-6 que existen actualmente (creo que todas cargan a 350 bares, la mitad de la presión estándar actual). Ya está programada la construcción de 4 hidrogeneras en la región norte de España en el marco del Proyecto H2PiyR. Esto es, en España pretendemos contar en 2020 con unas 20 hidrogeneras que es menos que el número actual de puestos de recarga de hidrógeno que existe en Alemania. En España tendremos en 2020 lo que en Alemania ya tienen en 2016, de hecho, menos, aunque se logre el objetivo.

Hidrogeneras existentes en España

Figura 1: Hidrogeneras existentes en España a 5 de diciembre de 2016

Como puede verse en la tabla de la Figura 2, las expectativas para el vehículo de pila de combustible y las hidrogeneras son muy inferiores a la del resto de combustibles alternativos. Esto se debe a la no obligatoriedad de la normativa.

Previsión de crecimiento de vehículos y estaciones de repostaje de diferentes energías alternativas

Figura 2: Previsiones de crecimiento de vehículos y estaciones de repostaje de diferentes energías alternativas en España para 2020

Existen fundamentalmente dos tipos de medidas para el impulso de la automoción de hidrógeno y combustibles alternativos. Por un lado las destinadas a dinamizar la compra de vehículos propulsados mediante combustibles alternativos. Por otro las destinadas a desarrollar la infraestructura de recarga necesaria.

En España existen diversas medidas para adquirir vehículos propulsados por combustibles alternativos a unos precios menores a los fijados por los fabricantes. Para la renovación de flotas de vehículos comerciales e industriales existen el plan PIMA Transporte Financiación o los Proyectos CLIMA. Otra opción para llevar a cabo los planes de descarbonización de las empresas es el plan PIMA-Empresa. Y de forma más genérica están las ayudas del plan Movea 2017 destinadas a cualquier tipo de usuario. Además, los vehículos propulsados con combustibles alternativos contarán con una serie de ventajas a mayores como las bonificaciones de los Ayuntamientos en el impuesto de circulación, bonificaciones en el IRPF o la exención en el impuesto de matriculación.

La construcción de una hidrogenera con producción in situ tiene un coste de aproximadamente 1.5 millones de euros. Así pues, de forma general la construcción de una estación de recarga de hidrogeno requerirá, al menos en las etapas iniciales de desarrollo de este sector industrial, importantes subvenciones. Sin ésta, ninguna empresa se atreverá a acometer su construcción, o al menos será mucho más complicado. En este caso para ayuntamientos con más de 20.000 habitantes se cuenta con los Fondos FEDER 2014-20 que prevén ayudas para la construcción de estaciones de recarga. De forma que los ayuntamientos con más de 50.000 habitantes podrán solicitar una ayuda máxima de 15 millones de euros. En el caso de municipios con entre 20.000 y 50.000 habitantes la subvención máxima es de 5 millones de euros. Para ayuntamientos con menos de 20.000 habitantes existe la opción IDAE –MINETUR.

Sin duda la inclusión del hidrógeno como combustible alternativo en el Marco de Acción Nacional es una buena noticia para el sector. Sin embargo, creo que en un futuro próximo se requerirá una apuesta mucho más firme por el hidrógeno si España quiere situarse al frente de esta tecnología en Europa, y llegado el momento desea que la fabricación de estos nuevos vehículos se lleve a cabo en nuestro país.

Fuente

Presentación: «El hidrógeno en el Marco de Acción Nacional de Energías Alternativas en el Transporte.» llevada a cabo por D. Alejandro Cros dentro de la Jornada ‘Aplicaciones y uso de tecnologías del hidrógeno en el transporte’.

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