Tras un año 2015 en el que la empresa canadiense dedicada al sector de las pilas de combustible, Ballard Power Systems, registró una disminución de un 18.5% en sus ingresos respecto al año 2014, 56 millones de dólares en 2015 frente a los 68.7 millones de dólares de 2014, parece que en este año 2016 las cosas van viento en popa. Bien es cierto que como se recoge en “The Fuel Cell and Hydrogen Annual Review, 2016” de 4th Energy Wave, 2015 fue un año en el que se redujo de forma generalizada la comercialización de pilas de combustible, quizás debido a los bajos precios del petróleo, la disminución en las ventas de pilas de combustible destinadas al ámbito residencial o a la irregularidad en los pedidos del sector de telecomunicaciones. Sea como fuere, los analistas coincidieron en que la reducción de las ventas en el año 2015 no parecía asociarse a una pérdida de interés en la tecnología de pila de combustible, sino más bien a una conjunción de diversos factores que deberían solucionarse a lo largo del año 2016. Y así está siendo, Ballard en lo que va de año acumula unos ingresos de 54.6 millones de dólares, que es prácticamente lo mismo que el total de sus ingresos del año pasado. Esta notable mejora se debe en gran medida a su subdivisión de transporte pesado, “Heavy Duty Motive”, y más concretamente a las entregas de autobuses de pilas de combustible en China, según los acuerdos alcanzados en el año 2015.
Durante el tercer trimestre de 2016 Ballard ingresó un total de 20.6 millones de dólares, lo que es un 29% más que durante el mismo periodo del año anterior (aquí los resultados de Ballard del tercer trimestre de 2016). Mientras que en todo lo que va de año la empresa canadiense ha ingresado un 50% más que el año pasado. En concreto, la división “Heavy Duty Motive” le ha reportado en estos nueve meses 15.5 millones de dólares, es decir, un 96% más que en el mismo periodo del año pasado. Y esto, ¿a qué se debe? Pues básicamente a que Ballard no para de vender, más concretamente, no para de vender autobuses de pila de combustible a China. Ha encontrado un filón en el mercado chino.
En septiembre de 2015 Ballard llegó a una serie de acuerdos con Synergy para proporcionar tanto pilas de combustible como soluciones tecnológicas para el despliegue de aproximadamente 300 autobuses movidos por pila de combustible de hidrógeno en las ciudades chinas de Foshan y Yunfu, situadas en la provincia de Guangdong. La puesta en marcha de estos autobuses se debe a un ambicioso plan que el Gobierno de la región ha puesto en marcha para mejorar la calidad del aire en los centros urbanos mediante la implantación de soluciones al transporte que no emitan gases contaminantes. Debido a este acuerdo, Ballard ha instalado recientemente su planta de propulsión a base de pilas de combustible de hidrógeno en 10 autobuses que operarán en la ciudad de Yunfu. Pero es que un mes antes Ballard implantó su sistema en 12 autobuses que llevarán a cabo sus recorridos en el Distrito de Sanshui de la ciudad de Foshan. Los autobuses tienen 11 metros de largo, cuentan con capacidad para 80 personas, tienen un alcance estimado de más de 300 km y un consumo previsto de hidrógeno de menos de 6.5 kg cada 100 km. Además, no contaminar en el núcleo urbano. Si este acuerdo se cumple en su totalidad, seguirá reportando pingües beneficios a la marca canadiense durante un largo periodo de tiempo.
Pero la estrategia en China de Ballard no finaliza ni mucho menos ahí. Sino que además ha firmado otro acuerdo con Synergy para establecer la producción de pilas de combustible en China, concretamente las FCvelocity-9SSL para su uso en vehículos y autobuses, que les reportará unos 170 millones de dólares en 5 años. También proporcionará 10.000 pilas de combustible para ser montadas en vehículos comerciales requeridos por Broad-Ocean, el inversor mayoritario de Ballard. Ha recibido a mayores una orden de compra por parte de Shenzhen UpPower para la entrega de 10 pilas de combustible de 30 kW para ser integradas en autobuses de cero emisiones. Y la lista de planes y acuerdos con el gigante asiático continua, y muy probablemente se haga aún más grande en el futuro.
Según un informe de Information Trends, los primeros usuarios de los vehículos propulsados por pilas de combustible serán flotas cautivas (ya traté por aquí las ventajas de los autobuses y las flotas cautivas como precursores de un transporte basado en pilas de combustible). El tener una flota cautiva implica que no es necesario enfrentarse al problema de la falta de infraestructura de distribución del hidrógeno, pues tan solo es necesario instalar una hidrogenera en el punto en el que descanse la flota. Por eso los autobuses propulsados por pilas de combustible presentan tanto interés de cara a generar un fuerte impulso comercial en el ámbito de las pilas de combustible destinadas a la automoción. Las flotas cautivas son el punto de partida hacia una automoción basada en el hidrógeno, y hacia un suculento futuro mercado. Ballard lo ha visto claro y basa gran parte de su negocio en esta aplicación. Además sabe que si la demanda de autobuses de pilas de combustible sigue aumentando en China, le espera un próspero futuro a corto y medio plazo.